
Me estoy volviendo huraña, taciturna, triste, melancólica, solitaria, independiente y un sin fin de cosas más que sólo surgen en tu absoluta compañía.
Un lunes desperté a las seis de la mañana, todavía tenía restos de la resaca del fin de semana que otra vez me volvió demasiado sincera y me hizo soltar un te quiero a des tiempo, aunque esta vez, lejos de mi humor punzante y esa osadía por decir todo lo que contenía mi mente, me asaltaron las lagrimas. Lloré, lloré y lloré: ríos, arroyos, manantiales, lagos, mares y océanos, sin motivo, o con muchos motivos según se mire.
Oía una voz en off insistiendo en lo mismo una y otra vez: “¿Por qué lloras?” y yo balbuceaba “no lo sé, no lo sé”.
Tras la migraña vino el examen de conciencia y esa absoluta tristeza que me tiene embriagada de vez en cuando. Creo que lloraba por la convicción suprema de que estoy sola en el mundo, que las noches de cenas románticas y botellas de vino a medias son sólo una imagen ilusoria, un entretenimiento a tiempo parcial que no conduce a ninguna parte y mientras como una boba sigo esperando que un milagro haga cambiar las cosas.
Decía que me desperté a las seis de la mañana. Estaba enferma, no sólo por el alcohol, si no por un resfriado incipiente y una cena mal digerida, más unos cuantos motivos más que no vienen al caso.
Un lunes desperté a las seis de la mañana, todavía tenía restos de la resaca del fin de semana que otra vez me volvió demasiado sincera y me hizo soltar un te quiero a des tiempo, aunque esta vez, lejos de mi humor punzante y esa osadía por decir todo lo que contenía mi mente, me asaltaron las lagrimas. Lloré, lloré y lloré: ríos, arroyos, manantiales, lagos, mares y océanos, sin motivo, o con muchos motivos según se mire.
Oía una voz en off insistiendo en lo mismo una y otra vez: “¿Por qué lloras?” y yo balbuceaba “no lo sé, no lo sé”.
Tras la migraña vino el examen de conciencia y esa absoluta tristeza que me tiene embriagada de vez en cuando. Creo que lloraba por la convicción suprema de que estoy sola en el mundo, que las noches de cenas románticas y botellas de vino a medias son sólo una imagen ilusoria, un entretenimiento a tiempo parcial que no conduce a ninguna parte y mientras como una boba sigo esperando que un milagro haga cambiar las cosas.
Decía que me desperté a las seis de la mañana. Estaba enferma, no sólo por el alcohol, si no por un resfriado incipiente y una cena mal digerida, más unos cuantos motivos más que no vienen al caso.
Me vestí con parsimonia, la lluvia había dejado de repiquetear en la ventana hacía a penas unos minutos. Baje a la calle y seguí recto hasta el hospital. Quería darme prisa, confiando en que la sala de urgencias estaría vacía a esas horas y quería que fuera a una hora prudente para que el turno de noche aún tuviera ánimos para visitarme.
Supuse bien, en el hospital no había nadie. La administrativa conversaba tranquilamente con el guardia de seguridad fingiendo no notar mi presencia, mientras yo, permanecía a la espera de que la charla cesara y fuera atendida. Sin embargo, fue el guardia de seguridad el que se giró para decirme si quería algo, es evidente que uno no acude a estos sitios por el puro placer de saludarlos.
Me senté en una sala, donde sólo estaba yo: nada de niños mocosos, ni ancianos llenos de lamentos, cortes sangrantes y fiebres mareantes. El reloj marcaba las siete menos diez. Dentro se podían oír las risas y los comentarios del personal sanitario. Trate de justificar la espera, por ser yo enfermera, pero no la entendí. Pensé que quizás esperarían a que el nuevo médico entrará o el que salía se despertará, y así estuve sola durante hora y media en aquella sala, enferma y triste, pensando que allí sólo van los que tienen desgracias, mientras veía como acudía el amanecer filtrándose por las ventanas.
Supuse bien, en el hospital no había nadie. La administrativa conversaba tranquilamente con el guardia de seguridad fingiendo no notar mi presencia, mientras yo, permanecía a la espera de que la charla cesara y fuera atendida. Sin embargo, fue el guardia de seguridad el que se giró para decirme si quería algo, es evidente que uno no acude a estos sitios por el puro placer de saludarlos.
Me senté en una sala, donde sólo estaba yo: nada de niños mocosos, ni ancianos llenos de lamentos, cortes sangrantes y fiebres mareantes. El reloj marcaba las siete menos diez. Dentro se podían oír las risas y los comentarios del personal sanitario. Trate de justificar la espera, por ser yo enfermera, pero no la entendí. Pensé que quizás esperarían a que el nuevo médico entrará o el que salía se despertará, y así estuve sola durante hora y media en aquella sala, enferma y triste, pensando que allí sólo van los que tienen desgracias, mientras veía como acudía el amanecer filtrándose por las ventanas.
Cuando por fin pude pasar, el médico ni siquiera me miro a la cara, ni una sola vez, como si mirar mis pupilas fuera causa de contagio, habló hacía abajo haciendo preguntas que parecían invadir mi frágil intimidad. Un par de recetas y vuelva a pasarse dentro de unos días.
“Estoy enferma...” y toda una semana de esperas, para darme cuenta que la única que me llamó fue mi madre, que en cuanto vio el envoltorio del paracetamol sobre la mesa, supo que yo no andaba fina: “¿qué tal tu resfriado hija, cómo te encuentras?” “mal mama (aunque más me duele la desilusión)” “bueno, tomate un vaso de leche y abrígate bien, compraré más Frenadol” “Sí, gracias mama”.
Me abrazo a mí misma, nadie me puede querer más que ella... o que yo.
“Estoy enferma...” y toda una semana de esperas, para darme cuenta que la única que me llamó fue mi madre, que en cuanto vio el envoltorio del paracetamol sobre la mesa, supo que yo no andaba fina: “¿qué tal tu resfriado hija, cómo te encuentras?” “mal mama (aunque más me duele la desilusión)” “bueno, tomate un vaso de leche y abrígate bien, compraré más Frenadol” “Sí, gracias mama”.
Me abrazo a mí misma, nadie me puede querer más que ella... o que yo.
Comentarios
Un abrazo y un beso!
Un besito gordo!
Para hundirte más en el fango hasta que sientas que el dolor te ahoga (Y el moco también)
Te receto esta canción, tan vieja como las enaguas de mi abuela (No te burles de mí) Bueno sí riete te hará bien.
http://www.goear.com/listen/cb285a5/La-maldita-primavera-Yuri
Luego, tienes que levantar el culete sacudir bien esos mocos y poner ésta (Ésta va más o menos de auto-engaño)Tú escuchala, y muevete mientras con esos últimos pasitos de salsa que imagino has ido aprendiendo con el vecino
http://www.goear.com/listen/cd2c628/La-vida-es-un-carnaval-Celia-Cruz
Y para terminar, donde pongan los brazos de una gran madraza como la tuya, que se acabe el mundo, no me seas tan consentida y quejica (como yo, no te jode ajajaja)
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......((.( \ .. \ ...../_/
.....( \ \. \ \ .. \ _/.../
........ \ ............./
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......... / ...... / ¿Qué mano de Dios proteja
y llene con muchas bendiciones de la salud,
su curación física, su espíritu y su
emocional y te da fuerza para
superar todos los desafíos
la vida cotidiana que el presente
que tengas un buen di de semana.
No te canses de vivir tu vida, Disfrutala y dale sentido a todo lo que haces!! Comunicas y eso se te agradece. Un beso y suerte
Sentirse sólo es una mezcla de vacío e incomprensión, y más aún en una ciudad llena de personas y de movimiento, donde de repente parece que todo discurre a tu alrededor sin rozarte y tú asistes al baile del tiempo como mero espectador.
Pero es bueno que lo escribas. Porque lo vomitas, y en cierto modo lo compartes, aunque sea con este público sin rostro que intenta animarte, aunque sea en la distancia, en el anonimato, aunque se nos quede una frustrada sensación de no poder hacer nada más por alguien que seguramente no merece sentirse así.
Me remito a mi filosofía para animarte. A los ciclos, a los cambios, a que esperes tu ola no mirando sólo el horizonte sino nadando hacia ella.
Quizás estés sola en la sala de un hospital. Pero tu mundo es mucho más amplio. Ésta,como dice el amigo Mario, es tu casa, y viene mucha gente a visitarte. Y no es por obligación como a veces ocurre en la sociedad. Aquí la gente entra porque quiere leerte. Porque le gusta lo que escribes, porque desgranas sentimientos con la sutileza de un cirujano, porque construyes historias con el conocimiento de un ingeniero, porque atrapas el interés con la facilidad de un maestro.
Mucho ánimo!!
Es verdad, no estoy tan sola, aunque este convencida que para algunas cosas importantes uno sólo depende de uno mismo.
Con la suerte que yo tengo en la vida!!! je, je...pero hay que reconocerlo una sala de espera en un hospital a las siete menos diez de la mañana desanima a cualquiera.
ESPERANZA que sepas que me encantan las canciones más viejas que las enagüas de tu abuela. Tenías toda la razón, la receta perfecta para acabarme de hundir en la miseria, ja, ja!!! veo que me entiendes perfectamente, pero bueno gracias a Celia ya no estoy sorbiendo mocos, bueno yo también he puesto un poquito de mi parte y también el pasar de las horas de la semana, que como siempre acaba por cambiar las cosas.
CMQ gracias por ese besito! me ánima un montón!
MARIO ahora más que nunca te debo el post dedicado a tu país! gracias por querer visitarme en esta casita, y hacerme sentir un poquito menos sola!
DUNCAN ¡a la orden mi capitán! ¡ya estoy totalmente recuperada! es que soy una exagerada...
GABI, acertaste de pleno, sólo un bajón. Suerte de mi mami,que eso, no hace falta llamarla.
FELI, decirle a Dios: gracias por acordarte de mí, y no, no me regañes por ser tan quejona.
NADIA, anda, pues sí, hasta la gente más acompañada a veces se siente muy solita, yo no iba a ser la excepción.
PRINCESA muchas gracias, ya me he lavado la cara y vuelvo a estar sonriente.
PORCFER sería precioso compartir el resfriado contigo, aunque seguro que no podías ganarle a mi nariz de patata, roja y brillante gastando un pañuelo tras otro.
Ese café iba a estar tan rico... Muchas gracias, creo que sin tomarmelo el cortadito me ha sabido riquísimo, no sabía que preparabas cafés tan buenos.
YANDROS muchas gracias, de verdad, en serio, tantas palabras de ánimo juntas me abruman.
Es cierto que no conoces mis circunstancias, pero te confesaré que cuando me pongo triste siempre magnífico todo, y que luego, en el fondo, cuando me planto y lo miro todo de forma critica me doy cuenta que había exagerado hasta el extremo.
Yo me encontraba mal, y quería que me llamara una persona en concreto, que no llamó, aunque luego supe que es que pensó que no estaba tan mala y no sabía que era tan importante para mí que me llamara. Ves soy una exagerada!!!
En fin, ¡qué sería la vida si de vez en cuando no me sintiera un poco triste!
He pasado a dejar......
......{\......._____.....,
.....{*.\.....(*~*~*).../}
....{.~.*\....////^^\../~}UM ANGEL
....{*....\..(((/.6.6./.*} PARA
....{..*.~.\.)))c..=.)*..} PROTEGE
.....{*...*.////'_/~`.~.} E ILUMINA
......{~.*.((((.`.`\.*}' SIEMPRE!!!
.......`{.~.)))`\.\))_.-:<*>
..........`{.(()..`\_.-'`.`:'
............`)/.`..|
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........|` `'...``Y;
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Que tengas un buem fim de semana
Cuando voy con el pedo tambien tengo tendencia a decir "te quiero" no se si porque lo siento o por las ganas de sentirlo...
Y se a que te refieres cuado hablas de la soledad en este post, la verdad que no creo que estemos solos del todo los que nos sentimos asi, pero si lo suficiente como para sentir ese vacio... Pero como mi intención es animarte ( y creo que no lo estoy consiguiendo asi...) decirte que siempre existen estas rachas, creo que todos en algun momento nos hemos sentido asi y las cosas acaban cambiando, tarde o temprano no?
Y por último...no sabes la rabia que he sentido cuando he leido lo del hospital...de verdad que vergüenza tendrian que darles hacerte esperar no se sabe porque tanto rato y encima luego que te atiendan con esa frialdad...a veces pienso que la gente no es humana, ala, ahi queda dicho, que me has tocado la fibra jeje.
Muchos besitos guapa y un abrazo muy fuerte des de aqui (que a veces se necesitan)
Sí, hablo precisamente de esa soledad, de tener a mucha gente alrededor y sin embargo escarbar un poquito y notar un vacío, por suerte ese agujerito sólo se hace patente en contadas ocasiones, luego como bien dices, todo pasa.
Gracias por el abracito!
Besotes!!!!
Jo
RALPH, pues sí, necesitaría saber realmente porque no me atendieron en hora y media, pero lo cierto es que ese día a mí me pareció una simple decisión premeditada por parte del hospital. La verdad es que la deshumanización acaba siendo un verdadero problema en una profesión que debería ser lo más cercana posible a la gente.
Aquí también tienes el amor de una amiga que ya es madre y que entiendre como te sientes. Besos de ánimo!